miércoles, 27 de abril de 2011

Cada vez más profundamente en conexión consigo mismo

Habitualmente las personas que inician un camino de formación en PNL se sorprenden cuando se les pregunta por experiencias recursos: momentos o situaciones donde su comportamiento ha sido eficaz. Parece ser que nuestra socialización nos ha especializado en nuestros errores, nuestras debilidades o incapacidades. La conciencia tiende a distinguir primero el déficit en nosotros y esto hace que nos tensionemos cuando se nos pregunta: ¿dónde lo has hecho bien? ¿Dónde te has sentido pleno?
Cambiar la perspectiva en la relación con nosotros mismos, es una materia de entrenamiento en PNL. Más que una sumatoria de debilidades, nos invita a explorar nuestro mundo interior e historia personal, como un manantial de recursos para la acción. Orientar nuestra atención hacia experiencias recursos que nos enseñen patrones neurolingüísticos de excelencia.
Y ciertamente este cambio de perspectiva estimula la motivación, pues crea un espejo que nos ayuda a ampliar la percepción de nosotros mismos. Cuando tenemos un vaso medio lleno, podemos centrar nuestra atención sólo en el espacio vacío. Muchas veces las personas piensan que esa perspectiva es más verídica; que al percibir sólo lo que falta, nuestras carencias y debilidades, es más honesto como percepción. También tenemos la opción de percibir el espacio lleno, centrarnos sólo en los recursos y dejar fuera los desafíos de desarrollo. Para muchas personas esto significa optimismo.
Una tercera opción es sostener el vacío y lo lleno desde un espacio mayor, donde no existe esa dualidad, es más que eso. Somos UNO. Una de las experiencias recursos por excelencia de esta unicidad es lo que Dilts y Delozier (NLP University, 2009) han denominado el patrón C.O.A.C.H., que alude a un conjunto de cinco características asociadas a la excelencia en el mundo contemporáneo.
C: Centro
O: Apertura (Open en inglés)
A: Alerta
C: Conexión
H: Sostener (Hold en inglés)
Según el diccionario de la lengua española, “centro” se asocia a la punta del compás en el cual se apoya el trazado de una circunferencia. Es el punto interior que está equidistante a los limites de una figura, es un lugar donde alguien tiene su natural asiento y acomodo. Entonces, lo que propone Dilts y Delozier, es un recurso de excelencia, en el cual la persona sienta un natural estado de paz, de naturalidad y de presencia. En apertura ante los demás, pues es importante que la conexión sea consigo mismo y con los otros, de lo contrario, se crea un ensimismamiento egocéntrico.
En una actitud de alerta, de conexión al sistema en el cual interactuamos, sosteniendo lo que la vida nos presenta, aquí y ahora. Este espacio generalmente se vivencia desde una profunda paz, muchas veces en silencio interior, es una presencia certera al momento de crear excelencia.
Una conexión consigo mismo, al mismo tiempo que con los demás. Es un estado ampliado de conciencia, donde en su plenitud, se da una conexión a tres bandas: si mismo, otros y un sistema mayor, que puede ser la familia, la comunidad, una ideología, una visión y valores compartidos.
La excelencia así entendida no significa una vida plena de éxitos, “vivir un paraíso”, sino que alude a una cualidad del estilo de vida. La vida trae pérdidas y ganancias, nacimientos y muertes, alegría y sufrimiento, triunfos y desafíos, fortalezas y debilidades; entonces, la excelencia alude a un patrón de comportamiento en donde vivimos lo que la vida nos ofrece en un momento dado, y somos capaces de mantener la presencia. Nuestra existencia sigue allí, inmutable, completa, en conexión y alerta, sosteniendo en apertura -cual cuenco- lo que la vida nos ofrece. En el centro para que, desde ese silencio interior y paz, surja una comprensión más profunda de la propia esencia. Y desde esa conexión más profunda con nuestra unicidad, emerja el siguiente comportamiento.
En cierto sentido éste modelo de excelencia corresponde a un modelo de aprendizaje distinto al tradicional en PNL, donde lo que se hacía eran aplicaciones de modelos ya probados de excelencia a la vida: “Existe un modelo neurolingüístico y éste se transfiere a nuevas experiencias”.
El modelo de excelencia propuesto por Dilts y Delozier, nos invita a un aprendizaje de sucesivas profundizaciones en la comprensión de nosotros mismos, donde cada vivencia es una oportunidad para mantenernos centrados, siendo genuinamente nosotros mismos, en conexión y alerta, en presencia, sosteniendo la experiencia vital tal cual se nos presenta. Es una cadena de sucesivas conquistas de ser quienes somos, donde el observador calmo y en silencio se constituye en un eje del éxito. Es el observador quién permite la reflexión y profundización de la conexión con nosotros mismos, y desde allí, permite que emerjan nuevos comportamientos, alineados consigo mismo.
Bandler, creador de la PNL, modeló en sus inicios los patrones de un duelo efectivo, precisando los pasos y secuencias neurolingüísticas que permiten elaborar una perdida. Como modelo de inteligencia artificial, si seguimos los pasos, sentiremos el alivio de la aceptación como resultado del trabajo interior. Es un camino horizontal en la elaboración de un duelo. La propuesta de Dilts y Delozier, significa crear un campo sistémico complementario, donde está la persona, cuya vivencia se afina con la vivencia de COACH, permitiéndole sostener la perdida, en presencia y al mismo tiempo, sostener lo que es evidente: “la vida que sigue su curso”. Ambas realidades en un camino vertical de transformación. Y es desde este espacio expandido de conciencia, cada vez más profundo, emergen nuevas vivencias, donde se dejan ir y simultáneamente se le da la bienvenida a lo nuevo, unidos a la presencia de la individualidad de cada uno de nosotros. Cada vez más profundamente en conexión consigo mismo.
La tierra donde trabaja el campesino está dentro de ti.
La tierra desde donde florece la vida está en ti.


 
Jessica Riveri

 

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